Regresar a semáforo rojo tendría como resultado una crisis muy fuerte, ya que la economía se volvería a detener, por lo cual las autoridades deben generar un plan que garantice la continuidad de las actividades económicas, pero reduzca la probabilidad de contagio.
Aseguró Alfredo Jiménez de Sandi, presidente de la Asociación de Gerentes y Administradores de Clubes, quien detalló que, en el caso de este sector, son más de 7 mil 500 familias las que depende directamente y si bien hasta el momento ninguno ha quebrado como en el caso de algunos gimnasios, un nuevo cierre los pondría en una situación complicada.
“Somos 65 clubes en toda la república, son más de 7 mil quinientos empleados, más de 250 mil usuarios, entonces si sería un golpe terrible”
En este sentido recordó que la actividad física ayuda a mejorar el sistema inmunológico, por lo cual debería ser considerada actividad esencial, siempre cumpliendo con las normas sanitarias.
