Sin duda el COVID-19 dejó muchas afectaciones en el corto, mediano y largo plazo, pero no todas se han atendido de igual manera, tal es el caso de la educación y el trabajo en menores de edad, sector que necesita medidas de mitigación urgentes y suficientes para revertir los efectos negativos que se vienen arrastrando.
Al dictar la Conferencia Magistral “Contexto actual del trabajo infantil en México” la Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, Nashieli Ramírez Hernández, alertó que tan solo en el ciclo escolar 2020-2021, más de 5 millones de niñas y niños de entre 5 y 17 no regresaron a las aulas
3 millones 269 mil 395 menores de entre 5 y 17 años tienen que trabajar todos los días, de dicha cifra, 2 millones 17 mil 737 en actividades no permitidas para su edad.
“Quedándonos con esta información, estamos hablando que de la plantilla escolar que teníamos pre COVID, alrededor del 15% están en riesgo o en situación de trabajo y posiblemente de explotación, es explotación laboral infantil”
Detalló que el 61% de los mejores que trabajan son varones y 39% mujeres
Por su parte el asesor de Save de Children México, Alfonso Poiré, exhortó a resolver, como país, la forma en que los menores puedan tener un desarrollo positivo, ya que es la generación del futuro y a muchos se les están cortando las oportunidades desde sus primeros años de vida.
“Ver de qué forma niñas y adolescentes, ejerzan con plenitud sus derechos, satisfacer sus necesidades y son sujetos de una formación positiva, con ternura, que les ofrezca una posibilidad de vida plena y satisfactoria”
En este sentido lamentaron que la reforma del Artículo 176 de la Ley Federal del Trabajo, de abril pasado, dejó en la indefensión a las niñas y niños que ejercen el trabajo agrícola, al eliminarlo de la lista de trabajos peligrosos, y que sumado a la prohibición de que éstos ingresen a los campos, impide observar y dar seguimiento a las condiciones de los niños jornaleros.
