El traspaso de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que se concretó en la Cámara de Senadores, puede representar un aumento de ejecuciones extrajudiciales, tortura, abusos contra los derechos humanos, detención arbitraria y desaparición forzada, advirtieron expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Aunque reconocieron que México enfrenta desafíos en materia de seguridad pública por la actividad del crimen organizado y los cárteles de la droga, aseguraron que les alarma el nuevo papel de la Guardia Nacional. Agregaron que es contrario a las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos.
De acuerdo con recomendaciones en tratados y procedimientos especiales, las fuerzas de seguridad civiles se deben encargar de las tareas de seguridad y la participación de las Fuerzas Armadas en estas labores tiene que ser estrictamente extraordinaria.
Esta corporación, ahora de carácter militar, también cuenta con la facultad de participar en actividades de investigación, aunada a su ampliación en la vida pública del país para el combate de la inseguridad.
El grupo de expertos, integrado por Aua Baldé, Gabriella Citroni y Grażyna Baranowska, indicó que la Guardia Nacional debe someterse a una administración civil y garantizar la rendición de cuentas a la ciudadanía.