Hace siglos, la palabra “globalización” no se escuchaba, pero ya se practicaba. Los chinos guardaban celosamente el secreto que los convertía en potencia mundial y no, no eran teléfonos celulares. ¿De qué estamos hablando?
La elaboración de la seda. Nadie, sobre todo en occidente, debería saber que los gusanos eran los creadores de la materia prima so pena de muerte. Dos monjes lograron contrabandear a Constantinopla los insectos.
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