Las personas que tenían algo muy visible en el rostro en el siglo XVIII, podía garantizar tener un empleo. ¿De qué estamos hablando?
Las cicatrices que deja la viruela en el rostro de aquellos que la padecieron.
Las personas que tenían algo muy visible en el rostro en el siglo XVIII, podía garantizar tener un empleo. ¿De qué estamos hablando?
Las cicatrices que deja la viruela en el rostro de aquellos que la padecieron.