Con lo suficiente y con algunos sustos al final del partido, el equipo de los Pumas de la UNAM derrotó 2-0 (Global 3-2) al Cavalry FC de Canadá para así avanzar a los octavos de final de la Copa de Campeones de la Concacaf.
Los goles de la diferencia fueron obra de Guillermo Martínez a los minuto 53 y 73 de este duelo celebrado en el Estadio Olímpico Universitario. El siguiente rival de los universitarios será el Alajuelense de Costa Rica.
Luego que tras 45 minutos y un poco más el cuadro de la capital mexicana fue incapaz de abrir la pizarra, desde la banca llegó la solución en la persona de Guillermo Martínez, quien se encargó de abrir y confirmar el camino de la victoria.
Pese a que los de la Liga MX ya están en la siguiente fase la realidad es que tienen que mejorar mucho porque su sufrimiento fue demasiado ante un rival que demostró muy pocos argumentos.
Obligado a ir al frente tras perder en la ida los Del Pedregal buscaron ir al ataque desde el inicio frente a un conjunto canadiense que apostó por alguna salida a velocidad para tratar de hacer daño.
El juego aéreo fue la principal arma que trató de usar el cuadro local y que no aprovecharon tanto el panameño Adalberto Carrasquilla como el argentino Lisandro Magallán, al mandar sus cabezazos por encima cuando tenían para mucho más.
En tiempo agregado los norteamericanos se quedaron con un hombre menos tras la expulsión de Jay Herdman y además se marcó penal en su contra que el portero Marco Carduci desvió a tiro de esquina tras un disparo muy anunciado del argentino Ignacio Pusetto al minuto 45+4.
Para el complemento el técnico argentino Gustavo Lema ordenó el ingreso de Guillermo Martínez, quien no desaprovechó la oportunidad y se encargó de abrir el marcador al minuto 53 en un centro por izquierda al área donde el atacante se levantó para conectar un cabezazo contundente pegado al poste derecho.
A partir de ahí la situación fue menos complicada para el cuadro mexicano que aumentó la ventaja al minuto 73 en un balón que recuperaron en tres cuartos de campo y que cedieron a Martínez, quien encaró al área para prender un disparo raso que se coló pegado al poste izquierdo.
El Cavalry se lanzó con todo al frente en los últimos minutos y de no haber sido por el portero Alex Padilla se pudo haber producido una verdadera tragedia para su equipo que avanzó, pero con muchas dudas respecto a sus alcances.
Por Ricardo Blancas Avalos e imagen de Axel Thomann
