¡Inevitable!
Un pitcheo le bastó a Shohei Ohtani para ponerla a volar por todo jardín izquierdo para completar la remontada, triunfo, récord y barrida de los Dodgers sobre los Braves.
Los Dodgers tenían una cita con el destino y acudieron a tiempo. El home run de Ohtani para dejar tendido a Atlanta coronó la remontada 6-5 de los Dodgers para conseguir el octavo triunfo de la temporada.
Con marca perfecta de 8-0 en los primeros ocho partidos, los Dodgers han roto el récord de los Yankees de 1933 como el mejor inicio de temporada para un campeón defensor y están a tan solo dos victorias del récord de la franquicia, impuesto en 1955 — mismo año en el que consiguieron su primer título.
Tan impresionante como el paso perfecto de los Dodgers es el paso imperfecto de los Braves, que con marca de 0-7 son el único equipo en las Mayores que no han ganado, siendo además el peor inicio del equipo desde 1985 — también 0-7.
Dos errores de Max Muncy en tiros desde tercera base abrieron la puerta para que los Braves abrieran la pizarra con dos carreras en la primera entrada — una de ellas con un doble de Nick Allen — y otras tres en la segunda con par de dobles de Ozzie Albies y Matt Olson (2).
Los errores y problemas de fildeo en los jardines le costaron también a los Dodgers desgastar temprano a Blake Snell, que en su segunda apertura del año apenas lanzó 4 entradas con una línea de 4 BB, 2 Ks, 5 H y 5 carreras, todas sucias.
Pero después de la segunda entrada y combinando a Ben Casparius, Kirby yates y Jack Dreyer al relevo, los Dodgers le cerraron la puerta a los Braves para colgar ceros el resto del partido.
En la segunda entrada, Tommy Edman respondió con un home run de dos carreras que acortó la distancia y uno más de Michael Conforto en la cuarta acortaron la distancia y se pusieron a tiro de piedra para empatar el partido.
Max Muncy tuvo la oportunidad de redimirse y cumplió con un doble remolcador de dos carreras con el que empataron el partido (5-5) en la octava entrada.
Luego de lanzar en la octava, Raisel Iglesias tomó la pelota en la novena buscando colgar el cero que mandase el partido a extra innings, pero Shohei Ohtani escribió otra historia.
Un solo pitcheo, un cambo abierto, fue suficiente para que la pusiera a volar y apagar las luces de Dodger Stadium, dejando tendidos a los Braves para mantener el paso perfecto de los Dodgers.
Ohtani conectó así su tercer home run del año y el segundo en su carrera para dejar en el campo al rival — el primero lo consiguió el 23 de agosto ante los Rays, la misma noche que se unió al club 40/40.
Después de una semana de temporada, queda la incógnita de si los Braves realmente podrán levantarse en su división, pues ningún equipo que ha iniciado con marca de 0-7 ha logrado clasificar a playoffs.
De manera similar, pese al gran inicio de los Dodgers, queda ver no solo si podrán imponer el récord de la franquicia, pero también si podrán mantener el ritmo y asegurar la división, pues los Padres de San Diego también se mantienen invictos (7-0) y un triunfo detrás del liderato.
Por Jimmy Gómez Torres e imagen de Jaime Gómez Torres/ACIR Deportes
