Imparable e inevitable. La única manera de describir a un Novak Djokovic que este viernes festejó su centenar de partidos en el Australian Open con un triunfo sobre Tomás Etcheverry en tres sets por una pizarra de 6-3, 6-3 y 7-6(2).
La Rod Laver Arena una vez más fue testigo del tenis de Djokovic en un partido en el que, si bien no presentó su versión más pulcra, se le vio en una mejor condición que en sus dos partidos anteriores en los cuales nuevamente presentó molestias en la muñeca.
Con la calma que lo caracteriza, Djokovic superó sin dificultad el primer set, parando el reloj después de apenas 44 minutos de partido. Los rápidos ataques de Nole y la alta velocidad del partido no le dieron tiempo a Etcheverry de reaccionar, permitiendo al serbio lucir cada vez mejor en el segundo set, que terminó por la misma pizarra de 6-3.
Con poco y nada que perder, Etcheverry mostró un mejor juego y propuso más, con ataques de mayor peligro. El argentino puso en aprietos a Djokovic, llevando el tercer set a un tie-break, pero al final, poco pudo hacer ante un Nole que sencillamente no falló y sentenció el partido con su décimo ace en el encuentro.
“Fue un gran partido y la mejor actuación que he tenido en este torneo. Me siento satisfecho con la forma en la que jugué a lo largo de todo el partido, particularmente en los primeros dos sets”, declaró Djokovic al finalizar el partido.
Con este partido se unió a Roger Federer (117) y Serena Williams (105) en el ‘Club de los 100’, siendo los únicos en haber disputado 100 partidos en el primer major del año.
Y con su partido 100, la hegemonía de Djokovic únicamente sigue creciendo, pues con esta son ya 92 victorias del serbio en Australia, donde ostenta el récord de ser el más ganador, luego de conquistar el Abierto en 10 ocasiones a lo largo de su carrera.
Su próximo partido será en los octavos de final ante Adrian Mannarino, quien sobresalió en su triunfo sobre Ben Shelton también este viernes.
Por Jaime Gómez Torres e imagen de zhukovsky/Depositphotos
