El italiano Francesco Calzona dirigió este martes su primera sesión como entrenador del Napoli, la única que tendrá antes de disputar el duelo de ida de octavos de final de la Champions League ante el Barcelona, que ya aterrizó en la ciudad del sur de Italia.
La llegada de Calzona, que compaginará su nuevo puesto con el de seleccionador de Eslovaquia, ha sido muy acelerada. Ayer mismo, Walter Mazzarri dirigió su último entrenamiento con el Napoli y su despido ocasionó una variación del plan que tenía preparado el equipo italiano.
El presidente del Nápoles, el italiano Aurelio De Laurentiis, acudió a Castel Volturno, municipio napolitano en el que se encuentra la ciudad deportiva del club, para presentar personalmente al nuevo técnico, aunque ya formó parte del equipo de los italianos Luciano Spalletti y Maurizio Sarri durante sus respectivas etapas en Nápoles, por lo que gran parte de la plantilla lo conoce.
Su vuelta significó también el retorno del italiano Francesco Sinatti, preparador físico de Spalletti tanto en el Nápoles como actualmente en la selección italiana, uno de los regresos más demandados por la afición.
Con toda la plantilla a disposición, salvo el polaco Piotr Zielinski, que no figura en la lista continental puesto que se marchará a final de temporada al Inter como agente libre, Calzona se puso manos a la obra para preparar el duelo ante los de Xavi Hernández, que ya llegaron a su hotel en la ciudad del Vesubio.
La plantilla barcelonista, incluidos el luso João Félix y el español Sergi Roberto, que recibieron el alta médica este mismo martes, llegaron al Hotel Grand Vesubio, donde fueron recibidos con gran expectación por aficionados de ambos equipos.
El Barça presentará en el estadio Diego Armando Maradona las bajas por lesión de los españoles Alejandro Balde, Pablo Páez Gavira ‘Gavi’, Ferran Torres y Marcos Alonso.
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