Los Diablos sirvieron la especialidad de la casa. Tenía que ser a la diabla o nada para el México, que vino de atrás para dejar tendido en el campo a Oaxaca por pizarra de 3-2, completar también la hazaña de remontar un 0-3 en la Serie de Campeonato y sellar el boleto a la Serie del Rey.
SOMOS CAMPEONES DE LA ZONA SUR 👺🔥 ¡VAMOS DIABLOS! pic.twitter.com/EAdSO3PtF2
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Por primera vez en diez años los Diablos están de vuelta en la gran serie final de la Liga Mexicana del Béisbol, donde a partir de este martes enfrentarán a Sultanes de Monterey, pero el camino no fue nada fácil y esta misma tarde vieron la temporada pender de un hilo.
«Yo vengo aquí a ganar un campeonato. Primero por ser mejor. Segundo por los aficionados. Y tercero por mi equipo», compartió Lorenzo Bundy, mánager de Los Rojos, al final del partido.
Temprano en el partido, Roberto Ramos no olvidó su pasado escarlata y le hizo la travesura a los Pingos con un cuadrangular por todo jardín derecho que se ganó los abucheos del público mientras veían el 0-2 subir en la cuarta entrada.
Un batazo que castigó a Brooks Hall en el momento menos deseado. El serpentinero escarlata apenas cedió seis hits en cinco entradas lanzadas, pero dos de ellos fueron suficientes para que Oaxaca se adelantara en la cuarta entrada.
CUADRANGULAR DE NUESTRO “PITÍN” RAMOS💣💥
Roberto Ramos desaparece la esférica por todo el jardín derecho y se lleva por delante a Kyle Martin🫡#EnPieDeGuerra #SomosGuerreros⚔️ pic.twitter.com/TDI5B41Sds
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Lo que seguiría, sería lo que todos los Diablos presentes esperaban. Con tan solo dos días de reposo desde que lanzara siete entradas de una carrera en el Juego 5 en Oaxaca, Trevor Bauer salió del bullpen, con una enorme carga: En él estaba la esperanza de los Diablos, su posible última aparición con el equipo y con el historial del Juego 1 en su contra.
Bauer hizo arder el infierno.
Cuatro sólidas entradas, con un octavo inning inmaculado de por medio, y cinco ponches lanzó el Espadachín en el brillante relevo, que sería la antesala a su segunda victoria en la serie y la histórica escarlata.
«Estaba tan enfocado en mantenernos en el juego que ni me di cuenta (que había lanzando una entrada inmaculada)», compartió Bauer. «Definitivamente esperaba lanzar en este partido, no esperaba lanzar cuatro entradas»
«En el Juego 1 no había lanzando en siete semanas en la Ciudad de México, me sentía mal, estaba fuera de ritmo y la altitud me ganó, estuve detrás de cada bateador, así que mi ajuste fue conseguir el primer strike», expresó Bauer. «Sabía que necesitaba una entrada en blanco, cada que anotábamos ellos lo hacían y nos quitaban nuestro momento, así que necesitaba colgar un cero. Sabía que la ofensiva respondería, solo necesitaba mantenernos cerca y darnos una oportunidad y… simplemente me perdí en el momento».
¡HISTÓRICO! 🤯 por segunda vez en la temporada Bauer hace un inning inmaculado, 9 lanzamientos, 9 strikes 🔥👺🗣️ @BauerOutage ERES DE OTRO PLANETA 🪐 pic.twitter.com/3ULQUupuVg
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La serie volvió nuevamente a encender los ánimos cuando un careo entre Jorge Flores — luego de ser retirado en los senderos — y los infielders de Diablos vaciaron las bancas y bullpens de ambos equipos, en lo que parecía que sería una batalla campal en el Diamante de Fuego. Pero más allá de sacar de ritmo al México, lo encendió.
Efectivamente fue fatídica la séptima para Oaxaca, porque los Diablos respondieron a la provocación, exhibiendo a Luis Miranda mientras se acercaba a los 100 lanzamientos en el partido. Con cuenta de 0-2 José Pirela pegó un sencillo y en la misma situación, Ramón Flores timbró dos de un golpe que puso la pelota en lo más profundo del infierno.
Nadie, ni un alma de las 20,071 presentes en el Harp creía que este juego se iría a extra innings. Absolutamente todos lo sabían, llegando a la baja de la novena, con el juego empatado, este juego ya se había acabado.
Ni un elevado de Pirela para abrir la entrada hizo cambiar el sentir. Ramón Flores recibió un pasaporte, el Haper Gamboa lo llevó a tercera con un sencillo — aunque Jesús Fabela entró a correr por él tras lesionarse en la barrida en tercera — y Diosbel Arias caminó para llenar las bases. La sentencia estaba escrita, quedaba firmarla.
«Nunca hubo una duda. Por la calidad de equipo que tenemos, estuvimos siempre motivados, día con día, sabíamos que no teníamos mañana y yo creo que sacó lo mejor de nosotros», dijo Moisés Gutiérrez.
Con un contacto sólido, Patrick Mazeika la puso a volar en un elevado de sacrificio, lo suficientemente lejos para que Fabela pisara, corriera y anotara la carrera con que los Diablos dejaron tendidos a Oaxaca por pizarra de 3-2, completando un triunfo a la diabla en el Juego 7 y a la diabla en la Serie de Campeonato.
En la fecha límite de cambios, los Diablos firmaron de última hora a dos hombres: Brooks Hall, que dos meses después mantendría a raya a Guerreros en este partido, y Patrick Mazeika, que remolcaría la carrera de la victoria. Por si fuera poco, la serie que comenzó con la primera derrota de Trevor Bauer en el año, cerró con su más reciente victoria.
Los Diablos de Lorenzo Bundy se unen a los Charros (1971), Leones (2005), Toros (2021) y Pericos (2023) en remontar un déficit de 0-3 en playoffs.
«Esta no fue la situación ideal, pero, yo miré a la gente que tengo, cuando hablé con ellos y les dije: “Vamos a ganar ese (título). ¿Por qué? Porque tenemos al mejor equipo, por eso”», sentenció Bundy.
Diez años después, los Diablos vuelven a ser campeones de la Zona Sur y regresan a una Serie del Rey, primera en el Estadio Alfredo Harp Helú, en la que enfrentarán por primera ocasión en el año a Sultanes de Monterrey, con la ventaja de abrir y cerrar en la Ciudad de México, en caso de requerir Juego 6 y 7.
Por Jimmy Gómez Torres e imagen de Jimmy Gómez Torres/ACIR Deportes