A partir del jueves en Hungría, entrará en vigor una nueva medida que busca endurecer las reglas para poder abortar.
Las mujeres embarazadas que se decidan por dicha práctica, deberán ser confrontadas a las “funciones vitales” del feto.
Así lo señala un decreto publicado el lunes pasado, en donde sin decirlo explícitamente, señala que durante al menos unos segundos, la madre podrá escuchar los latidos del corazón del feto, antes de que se realice el aborto.
El documento firmado por el Ministerio del Interior, ha causado polémica. Amnistía Internacional calificó la medida de “preocupante retroceso”, al considerar que hará “más difícil el acceso al aborto” y “traumatizará aún más a las mujeres que ya se encuentran en situaciones difíciles”.
Cabe señalar que el aborto en Hungría es legal desde la década de 1950; en la mayoría de casos hasta la semana 12 del embarazo.
Desde la entrada en vigor de una nueva Constitución a principios de 2012, la nación defiende “la vida del feto desde la concepción”.
