A cincuenta años de la primera denuncia, la congregación de Los Legionarios de Cristo reconoció que el sacerdote, Fernando Martínez Suárez, abuso sexualmente de al menos 6 niñas de entre 4 y 11 años de edad, estudiantes de los Institutos Cumbres de Ciudad de México y de Cancún, en 1990 y 1993.
Mediante un comunicado la organización religiosa pidió perdón: ““Los Legionarios de Cristo deplora y condena los abusos cometidos por el padre Fernando Martínez, así como aquellas prácticas institucionales que pudieron favorecer o propiciar cualquier tipo de abuso o revictimización… Junto con el padre Martínez pedimos humildemente perdón por sus actos contra menores de edad”
El reconocimiento de estos hechos corresponde a una investigación realizada por la agencia estadounidense Praesidium, dedicada a la prevención y actuación contra abusos sexuales de menores que en un documento hizo un resumen de cómo durante 50 años la congregación trató de ocultar este tipo de abusos que también involucraban a su fundador, Marcial Maciel.
Cabe mencionar que, Martínez aún mantiene su condición de sacerdote y está a la espera de un procedimiento canónico para ser despojado de sus hábitos.