Durante su primera comparecencia ante un juez federal, Emilio Lozoya Austin, ex director de Petróleos Mexicanos, se declaró no culpable de la compra irregular de la planta de fertilizantes Agronitrogenados, a través de sobornos con los que habría adquirido una casa.
“En el momento de la exposición de datos de prueba demostraré que no soy responsable ni culpable de los delitos que se imputan”, manifestó el ex funcionario, de acuerdo con la transcripción de la audiencia facilitada por el Consejo de la Judicatura Federal.
Aseguró que el inmueble en cuestión fue declarado ante la Secretaría de la Función Pública cuando tomó la dirección de Pemex en diciembre de 2012, bajo el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Lozoya Austin también recordó que aceptó ser extraditado de España a México para poder aclarar su “situación jurídica”.
Sin dar nombres, aseguró que fue “sistemáticamente intimidado, presionado, instrumentalizado”, pero reiteró su compromiso de colaborar con las autoridades del Estado mexicano para denunciar y señalar a los autores de los hechos.
Por su parte, la Fiscalía General de la República solicitó su vinculación a proceso por la compra de una casa mediante un soborno de Alonso Ancira, director de Altos Hornos de México, quien se encuentra en libertad condicional en España.
El Ministerio Público expuso que entre junio y noviembre de 2012, Altos Hornos de México transfirió tres millones de dólares a una cuenta en Suiza de la compañía Tochos Holding, cuya titular es Gilda Susana Lozoya Austin, hermana del ex director de Pemex.
De ese dinero, 34 millones 200 mil pesos fueron usados por Emilio Lozoya para comprar una casa en la zona residencial de Lomas de Chapultepec, en la Ciudad de México, pero que no pagó para ocultar el origen de los recursos.
A cambio, en 2013, como director de Pemex, Lozoya Austin promovió ante el Consejo de Administración de la paraestatal la compra de la planta de fertilizantes Agronitrogenados a la empresa de Alonso Ancira.
Pemex aprobó la compra por 475 millones de dólares, pero según la Fiscalía una nueva planta hubiera tenido un costo de entre 200 y 300 millones de dólares.
Destacar que debido al delicado estado de salud de Lozoya Austin se realiza a través de videoconferencia desde el Hospital Ángeles del Pedregal, a donde fue ingresado desde su llegada a México.
Mañana se va a realizar una segunda audiencia en su contra, ahora por el caso Obebrecht.
