Pese a que la alcaldía Iztacalco anunció, en conjunto con la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, un operativo anti franeleros para evitar que los asistentes se estacionaran en las inmediaciones del Autódromo Hermanos Rodríguez por el GP de México de la Fórmula Uno, no pudieron frenar su actividad y el costo por un lugar de estacionamiento alcanzó los 500 pesos.
En un recorrido que realizó 88.9 Noticias en las calles de la Colonia Ignacio Zaragoza, en la alcaldía Iztacalco, cerca de las puertas de acceso 6 y 7 del recinto, los habitantes ‘prestaron’ las entradas de sus viviendas y algunos hasta sus cocheras para que las personas se estacionaran.
“En 500 pesos, pero aquí yo te la cuido, tiempo libre. Y aquí está cerquita de la entrada”.
Así lo expresaron a los micrófonos de 88.9 Noticias, mientras los elementos de la policía capitalina se encontraban en la zona. Las calles lucían abarrotadas de camionetas y vehículos de gente que estuvo dispuesta a pagar el precio del estacionamiento con tal de evitar el transporte público y ubicarse cerca de las principales entradas al Autódromo Hermanos Rodríguez.
Se acaban los lugares de estacionamiento en inmediaciones del Autódromo
Al mediodía, los lugares eran contados, apartados con huacales y cubetas por parte de los habitantes de la colonia que buscan un ingreso cada que se lleva a cabo un evento en el Autódromo Hermanos Rodríguez o el Estadio GNP.
“Sí, pero ahorita ya no. Pero cualquier concierto, cualquier evento que haya en el GNP o en las curvas, aquí tenemos el estacionamiento. La verdad 500 (precio)”.
Aseguró uno de los ‘franeleros’ que renta la entrada y la banqueta frente a su casa, pero ya no tenía espacios ante la fuerte demanda de lugares de estacionamiento de los asistentes al GP de México.
El “te sobran te faltan” no faltó en las zonas de acceso al Autódromo Hnos. Rodríguez y las calles que se ubican en las inmediaciones por parte de revendedores de boletos ante la mirada de los policías capitalinos.
Por su parte, en el recorrido no se notó la comercialización de bebidas alcohólicas en las inmediaciones y fue escasa la venta de piratería y comercio informal en comparación con otros eventos musicales o deportivos en la zona.
