El 29 de junio del año pasado la vida de Thalía sufrió un cambio trágico.
Ese día, Thalía llegó a su casa después de trabajar. Abrió la puerta, entró, dio unos pasos y su hogar explotó. El peritaje arrojó que la causa fue la acumulación de gas en su baño; sin embargo, cómo era posible, si la vivienda no contaba con boiler ni estufa de gas. De hecho, la joven había elegido esa casa porque su instalación era eléctrica.