Vecinos de colonia Juárez están preocupados por los conflictos entre campamentos de migrantes e indígenas

Más de 500 haitianos viven a la intemperie (Foto: Alemao Luna)

Vecinos de la colonia Juárez, en la alcaldía Cuauhtémoc, aclararon que no tienen mayor conflicto con el campamento migrante de la Plaza Giordano, el cual se instaló hace más de un año por la cercanía con la oficina de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).

Melissa, de 27 años, quien vive con su madre en un departamento en la calle Bruselas, señaló que tratan de ser empáticos con los más de 500 visitantes improvisados, en su gran mayoría de Haití. Incluso, dijo que muchos inquilinos los apoyan con la carga de sus celulares, les donan ropa, mientras que algunos negocios les regalan arroz y frijoles.

En este sentido, afirmó que la violencia registrada el pasado 22 de marzo, donde un haitiano acabó hospitalizado por un golpe de bate, no se debió a un conflicto con los vecinos, sino con el otro campamento de “indígenas” instalado a unos metros, frente al predio Roma 18, debido a que se pelean por los postes de luz para cargar sus teléfonos, lo cual les preocupa por la presencia de menores:

“Hubo un conflicto con el otro campamento que está por la iglesia, por el mismo tema de que se pusieron a cargar sus celulares y ya no se los querían dar. Se enojaron y se empezaron a pegar. Una niña (migrante) me acaba de decir que el señor está muy grave”, declaró a 88.9 Noticias.

Sin embargo, la inquilina dijo que es urgente que los reubiquen a un espacio digno, pues en la plaza duermen, cocinan y dejan sus desperdicios, lo que ha provocado malos olores y puede ser un foco de infección:

“No tienen higiene, se hacen del baño, a los niños los bañan a la intemperie, con agua fría. Es muy insalubre”

Mientras que don Jaime, que es dueño de una tlapalería desde hace más de 15 años en Bruselas, confirmó que los migrantes son tranquilos, pero la presencia del campamento sí ha mermado las ventas porque mucha gente evita acercarse.

“No se meten con uno, son respetuosos. Lo único que sí desearía es que les busquen un albergue, porque huele feo y empieza a no pasar gente y eso nos afecta mucho a los negocios”, contó.

Cómo sobrevivir sin trabajo

Al respecto, Jean, de 35 años, quien llegó junto a su esposa y una pequeña hija de Haití en noviembre pasado, dijo que está esperando desde hace dos meses que el gobierno estadounidense le otorgue la cita por medio de la aplicación CBP One para desplazarse hacia el norte del país.

Explicó que ante la falta de papeles, le es difícil conseguir un empleo: “A veces me salgo a la calle a buscar trabajo, pero cuando llego con mi solicitud me dicen que no les conviene porque no tengo papeles ni tarjeta para cobrar dinero”, detalló.

Sobre cómo le hacen para ir al baño o ducharse, señaló que acuden a establecimientos cercanos como gasolineras, mercados y hoteles, donde les cobran cinco y 30 pesos, respectivamente.

Por su parte, Bavuais Dorvilien, de 56 años, quien llegó hace medio año, mencionó que muchos del campamento trabajan para sobrevivir día a día. En su caso como trabajador de limpieza, pero eventualmente, donde puede ganar desde 100 hasta 500 pesos.

Agregó que espera regularizar su situación migratoria, pues le gustaría quedarse en cualquier estado del país, ya que le gusta la solidaridad de los mexicanos, quienes lo han apoyado con ropa y comida.

“(Vine por) La solidaridad de acá, me dan de comer… pan, bebida, arroz […] También ropa y zapatos. Bueno… Yo feliz”, reconoció.

Cabe mencionar que el pasado 20 de marzo, vecinos bloquearon las calles de Versalles y General Prim, para presionar a la Secretaría de Gobernación (Segob) y al Instituto Nacional de Migración (INM) que trasladen a los migrantes a un albergue adecuado al argumentar que violan sus derechos humanos al no atenderlos.

Ana González, representante vecinal de la colonia Juárez, advirtió a la prensa que, en caso de no obtener una solución por parte de las autoridades, cerrarán las vialidades cuantas veces sea necesario.