Se cumplen 26 días de la invasión de Rusia a Ucrania. Este día, las fuerzas rusas bombardearon un centro comercial en Kiev y, por primera vez, viviendas en la ciudad portuaria de Odesa fueron atacadas con artillería disparada desde el mar.

Kiev, la capital ucraniana, sigue siendo el principal objetivo ruso, pero la ciudad de Mariúpol se ha convertido en el epicentro de los bombardeos.

El gobierno de Ucrania y las autoridades de Mariúpol rechazaron entregar las armas del Ejército y abandonar la ciudad, como lo exigió Rusia para permitir la evacuación de civiles.

Ucrania calificó la petición como “delirio”, por lo que exigió abrir de forma inmediata y sin condiciones, un corredor humanitario para llevar a los civiles a la región de Zaporiyia, que está bajo control ucraniano.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, advirtió que su país no puede cumplir el ultimátum, pues para ello, las fuerzas rusas tendrían que destruir al pueblo ucraniano.

Mariúpol sufre de constantes bombardeos de las fuerzas rusas, que cortaron, además, los suministros de energía, comida y agua.

Al respecto, la Cruz Roja Internacional informó que sigue sin tener acceso a Mariúpol, donde unas 400 mil personas permanecen atrapadas desde hace dos semanas.

Se calcula que más de 10 millones de ucranianos han huido de su hogar debido a la invasión de Rusia, de los cuales, unos 6.5 millones son desplazados dentro del país y el resto ha buscado refugio en el extranjero.

Rusia ha confirmado la muerte de 498 militares en la ofensiva contra Ucrania desde el pasado 24 de febrero.