En la ciudad de Rio Bonito do Iguaçu, Brasil, se registró un tornado que dejó un saldo de cinco muertos y 432 personas heridas, así como daños en viviendas, vehículos y calles completas.
El coronel Fernando Schunig, director de Defensa Civil de Paraná, informó que la cifra de víctimas podría aumentar debido a que dos personas siguen desaparecidas.
El Sistema de Tecnología y Monitoreo Ambiental de Paraná estima que los vientos alcanzaron entre 180 y 250 kilómetros por hora, arrasando con todo a su paso, mientras que el Instituto Nacional de Meteorología mantiene una alerta por tormentas severas en Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul, donde persisten los riesgos de vendavales y granizo.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva, instruyó la implementación de los planes de ayuda humanitaria, el envío de equipos de emergencia y acciones de reconstrucción.






