Debido a que a nivel mundial el consumo de quesos es alto, investigadores se dieron a la tarea de buscar si la adicción a este alimento existe.
Ciertamente, para muchos, pareciera como si el queso pudiera ser adictivo. El queso hace que todo sea más sabroso, incluso las cosas que ya saben bien.
Y aunque muchas personas puedan autodenominarse como “adicta al queso”, de acuerdo con expertos del Hospital Houston Methodist, no, esta adicción no existe.
No hay evidencia científica de que el queso sea adictivo o de que afecte significativamente al cerebro de manera similar a las drogas o el alcohol.
Eso no quiere decir que comer queso no pueda afectar el centro de recompensa de tu cerebro, lo que incluso puede hacer que lo anheles de vez en cuando.
Tras varias investigaciones, los expertos del Hospital Houston Methodist concluyeron que la adicción al queso no está probada y nos brindan otra explicación de por qué muchos de nosotros tenemos problemas para resistirnos a comerlo.
Para empezar, el acto de comer en sí mismo, especialmente si estás comiendo algo sabroso, como queso, es un comportamiento inherentemente satisfactorio. Y nuestros cerebros están programados para fomentar y ritualizar comportamientos que brinden placer. Esto significa que la razón por la que a veces podemos tener antojos de queso podría ser tan simple como la “euforia por la comida rica”.
Además, las investigaciones muestran que ciertos alimentos pueden activar los centros de recompensa en nuestro cerebro, invocando sentimientos positivos que nos animan a volver por más y más
Los mexicanos consumimos más de 400 mil toneladas de queso, es decir entre 2.1 a 6 kilogramos de queso al año
