Luego que la Unidad de Inteligencia Financiera congeló las cuentas de Guillermo “Billy” Álvarez Cuevas, su hermano Alfredo Álvarez y de Víctor Garcés Rojo, fuentes de la empresa aclaró que la investigación no procede del organismo de la Secretaría de Hacienda, sino de una denuncia de particulares.
Revelaron que la denuncia fue encabezada por los cooperativistas suspendidos José Antonio Marín y Víctor Manuel Velázquez, a quienes responsabilizó de afectar el patrimonio de diez mil familias que dependen de la cementera, así como de 900 cooperativistas.
En tanto, el equipo jurídico de la Cooperativa Cruz Azul dejo claro que se atenderán las solicitudes de las autoridades hacendarias y se demostrará que las imputaciones son falsas, y precisaron que la medida cautelar obedece a una presunción, no a una acusación.
De acuerdo con los especialistas, la investigación de la UIF sobre los presuntos inmuebles que posee Billy Álvarez en Estados Unidos, partió de una fake news, ya que los registros deben tener el nombre completo de la persona, y los presentados no obedecen al nombre de Guillermo Héctor Álvarez Cuevas.
Asimismo, el equipo jurídico sostuvo que las acusaciones promovidas por los cooperativistas suspendidos, en su calidad de particulares, carecen de fundamento y contundencia, ya que los involucrados incurrieron en falsedad de declaraciones y presentaron pruebas apócrifas, acciones que constituyen un delito.
Los juristas anunciaron que procederán por la vía legal en contra de los cooperativistas suspendidos José Antonio Marín y Víctor Manuel Velázquez, quienes el año pasado violentaron en las instalaciones corporativas y causaron un grave daño a Cruz Azul.