Como cada inicio de Noviembre, diversas calles del Centro Histórico de la Ciudad de México se tapizan de adornos navideños que están a la venta tanto por pieza como al mayoreo: desde arbolitos, luces y esferas, hasta peluches, lámparas y figuras de madera.
Durante un recorrido de 88.9 Noticias corroboró que ya hay una gran cantidad de personas adquiriendo lo que necesitan para su hogar o negocio, aunque prácticamente todo es de origen chino.
Arturo, quien tiene su local sobre la calle Correo Mayor, explicó que las dos razones de este fenómeno son la gran variedad de productos asiáticos que llegan durante la temporada y, sobre todo, su bajo costo.
Si bien reconoció que la calidad puede ser menor, es más fácil que la mercancía se venda, porque la mayoría de los clientes se van por el precio. Incluso, lo único hecho en el país que tiene son unas figuritas de Santa Claus y de renos de madera, así como unas decoraciones para puerta:
“Realmente no nos afecta mucho (la llegada de mercancía extranjera), porque el producto nacional sale más caro. Sí llega a tener mejor calidad, pero no hay manera de comprarle al nacional”
“Por lo general, toda la luz lo vas a trabajar casi todo chino y también la esfera, pero la que es de cristal si es mexicana”
Sonia es una de las pocas comerciantes que prefieren ofrecer productos locales. Desde hace ocho años vende sobre calle Roldan y Uruguay esferas de fabricación artesanal que provienen de Chignahuapan, Puebla.
Expuso que debido a la competencia desleal dejó de vender árboles, luces y otros adornos, hasta que solo se quedó con las esferas de vidrio y cristal porque todavía hay quienes las buscan por “bonitas y tradicionales”, aunque sus ventas sí han bajado en un 40% desde entonces:
“Obviamente es mayor calidad, tratamos de tener una esfera que si se cae no es tan fácil que se rompa, por el color igual, el plástico no tiene el mismo brillo […] Justamente porque es artesanía mexicana y se está devaluando”
“(Están) En 400 las medianas de 32 piezas, y las chicas de 60 piezas las estamos dando en 300 pesos”, agregó.
Declaró que en la última semana vendió 100 paquetes, pero los días más fuertes son a partir del 15 de noviembre y hasta el 20 de diciembre.
En Izazaga 89, se localiza un popular edificio de 16 pisos con miles de locales de productos de todo tipo provenientes de China, por su puesto que los navideños no podían faltar.
Al ingresar se observa un auténtico hormiguero de clientes y trabajadores, de todas las edades, subiendo y bajando con enormes bolsas y cajas. Una de ellas es la señora Antonia, quien acudió con su hija para comprar un Cascanueces de madera, un set de peluches para la sala y sus series de led para las ventanas. En todo ello gastó casi 2 mil pesos.
Aceptó que siempre ha adquirido sus adornos en el Centro de la capital porque gasta la mitad que en una tienda departamental, además de que hasta el momento no ha tenido una mala experiencia por la calidad.
“Pues por la accesibilidad de los precios y porque hay más variedad […] Yo creo que se me sale un 50 o 70% más barato”
“(En la calidad) Es igual porque todo lo vuelvo a guardar en burbuja y para el próximo año me sirve, entonces depende del cuidado de cada quien […] No nada más en el Centro, ya todo el país está lleno de tiendas chinas”, apuntó.
¿Cuáles son los precios?
- Serie de luces led, de 105 a 200 pesos
- Red o cascada de luces led, desde 160 pesos
- Figuras de luces led, de 400 a 7,000 pesos
- Estrella de árbol led, desde 70 pesos
- Figuras inflables, de 700 a 1, 500 pesos
- Tubo de esferas de 12 piezas, desde 75 pesos
- Peluches, de 250 a 400 pesos
- Cascanueces de madera de 35 cm, 175 pesos
Los riesgos del mercado gris
De acuerdo a un estudio de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) y la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur) alrededor del 20% de los productos electrónicos y tecnológicos que ingresan a México proviene del mercado gris y de China.
Estos carecen de la certificación NOM que verifica que los productos sean seguros, excluyendo de los peligros como choques eléctricos, peligros mecánicos, radiación óptica, incendios, sobrecalentamientos, entre otros.