Este viernes el magistrado estadounidense Arthur Engoron, y juez que lleva el juicio civil por fraude contra el expresidente, Donald Trump, afirmó que su oficina ha recibido cientos de amenazas y acoso durante el proceso.
El juzgador indicó que los ataques se han realizado en forma de llamadas, mensajes de voz intimidantes, correos electrónicos y la llegada de paquetes sospechosos.
Ante esta situación el magistrado impuso la “orden mordaza”, es decir una orden de silencio a los abogados del equipo legal de Trump, con el fin de impedirles hacer comentarios públicos sobre el personal del tribunal.
Esto luego de los reiterados señalamientos del equipo legal del exmandatario estadounidense, sobre la secretaria judicial del juez, a quien acusan de intercambiar notas con el juez durante las sesiones.
En específico, la instrucción del juez prohíbe a Donald Trump, así como a sus abogados Christopher Kide, Cliffor Roberto y Alina Habba, hacer cualquier comentario público sobre las discusiones confidenciales entre él y su equipo.
Dicha medida tiene por objeto proteger la seguridad de quienes laboran en el tribunal, y evitar declaraciones que contribuyan a una retórica política tensa y a la violencia.
