El embajador de Guatemala en México, Marco Tulio Chicas Sosa recibió a su connacional Sandra Torres Casanova, candidata del Partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) a la Presidencia de ese país, en un misterioso y fuerte operativo de seguridad, la aspirante salió por aduanas para evitar a la prensa, su visita se debe, entre otros temas, a que sostendrá reuniones con financistas que apoyaron al actual presidente, Alejandro Giammattei.
Llama la atención que, en plena campaña electoral, la también ex primera dama entre el 2008 y el 2011, y quien volverá a participar en las elecciones presidenciales del próximo 23 de junio llegue a México altamente custodiada y quiera pasar desapercibida cuando se sabe que su encomienda es lograr recaudar fondos y tejer alianzas con empresarios mexicanos de alto nivel.
La candidata izquierdista llegó a la capital mexicana en el asiento 2A, de primera clase, a bordo del vuelo comercial 679 de Aeromexico. Casi una hora antes de su arribo a la Terminal 2 del Aeropuerto Benito Juárez, un fuerte dispositivo de seguridad ya la esperaba.
En la Sala P de llegadas internacionales hubo al menos seis escoltas distribuidos en diferentes puntos estratégicos. Como si algo temiera la candidata presidencial.
Así mismo, la esperaba personal diplomático encabezado por el señor Nelson Olivero, Embajador de Guatemala en México, también izquierdista.
Sandra Torres, quien compite por tercera ocasión por la presidencia de su país, fue de los primeros pasajeros en salir de la terminal aérea pues de ese privilegio gozan quienes viajan en primera clase.
Con ella, llegó parte de su equipo de trabajo quienes sacaron a la candidata escoltada para que nadie la viera.
¿A qué vino a México? Es la pregunta que no quiso responder a pesar de que su equipo y ella sabían que la prensa mexicana la esperaba para una entrevista.
Fue en un convoy de camionetas escoltadas, como evadió a la prensa.
En 2019, la policía guatemalteca detuvo a Sandra Torres, por señalamientos de financiamiento electoral no reportado y asociación ilícita.
En ese entonces, la acusación de la Fiscalía detalló que el partido político de Torres utilizó a tres sociedades anónimas como centros de recaudación y administración de recursos externos. De esa forma, integró una estructura paralela de las finanzas oficiales de la campaña para eludir el control de los fondos.
