Este martes, el equipo de restauración integrado por la Guardia Costera de Estados Unidos y el cuerpo de ingenieros del Ejército estadounidense, abrieron un segundo canal en el puerto de Baltimore, para permitir la navegación de pequeñas embarcaciones.
Según lo señalado, se desplegó un canal de 4.3 metros de profundidad, similar al de 3.3 metros abierto en el lado opuesto de los restos del buque siniestrado.
Sin embargo, las autoridades estadounidenses afirman que la mayor parte de la navegación comercial sigue bloqueada por el puente colapsado, y el portacontenedores varado que provocó la caída de la estructura metálica el pasado martes 26 de marzo.
En tanto, estos dos canales auxiliares han permitido la navegación de embarcaciones de emergencia, remolcadores y barcazas.
No obstante, las autoridades precisaron que primero tendrían que despejar los escombros del puente, antes de abrir el canal principal, que tiene una profundidad de 15 metros.
