El número de víctimas por el terremoto de magnitud 6.0 que sacudió el este de Afganistán el domingo pasado, ascendió este martes a mil 400 muertos y más de 3 mil heridos, según informó el portavoz talibán Zabihullah Mujahid.
En tanto, las labores de rescate avanzan con dificultad en las zonas montañosas y de difícil acceso, lo que incrementa el riesgo de que la cifra de afectados continúe en aumento, informaron autoridades.
De acuerdo con la información, el sismo devastó varias provincias, derrumbando aldeas enteras construidas con madera y ladrillos de barro, por lo que muchas personas quedaron atrapadas bajo los escombros, mientras los equipos de rescate enfrentan desafíos por el terreno accidentado y la precariedad de la infraestructura en la región.
Cabe señalar que la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la Organización de Naciones Unidas (ONU) señaló que más de 420 centros médicos han cerrado o suspendido actividades, 80 de ellos en la zona afectada por el sismo, dejando hospitales saturados, con escasez de suministros y personal insuficiente.
Además la ONU advirtió que la tragedia representa una “carrera contra el tiempo” y pidió a la comunidad internacional no olvidar a Afganistán, un país que también enfrenta varias crisis simultáneas como el colapso económico, la reducción de la ayuda internacional y el regreso masivo de refugiados.
Incluso el coordinador residente de la organización de Naciones Unidas, Indrika Ratwatte, subrayó que las comunidades han agotado su capacidad de resistencia.
