Reinserta advierte que seis de cada diez adolescentes internados fueron atraídos por amigos al crimen organizado
El reclutamiento de niñas, niños y adolescentes por parte de grupos delictivos es consecuencia de un problema estructural, señaló Sofía Martínez Paz, directora de Incidencia Política en la organización Reinserta. De acuerdo con la especialista, cuando un menor se involucra en actividades delictivas “más allá de ver un niño sicario, vemos a una infancia a la que el Estado, su familia y la comunidad le fallaron porque son las condiciones y los factores de riesgo los que realmente los llevan a formar parte de la delincuencia organizada cuando hablamos de un reclutamiento sin violencia”.
Martínez Paz explicó que el reclutamiento también ocurre con violencia, similar a un secuestro, aunque actualmente los grupos criminales utilizan medios digitales, videojuegos y redes sociales para contactar a los menores. En entrevistas con jóvenes internados, Reinserta ha identificado que “son las circunstancias estructurales, el estar rodeado de violencia, sin acceso a educación de calidad ni espacios seguros y sin figuras adultas significativas lo que hace que el ingreso a los grupos delictivos sea su única opción”.
La organización encontró tres factores de riesgo principales: sociales, psicológicos y culturales, que se subdividen en búsqueda de pertenencia, contextos de violencia, desigualdad socioeconómica, consumo de drogas, problemas de salud mental y reproducción de conductas violentas. Según Reinserta, actualmente hay en México alrededor de dos mil adolescentes internados por su participación en actividades delictivas.
Entre ellos, seis de cada diez adolescentes reclutados tenían al menos un familiar vinculado con la delincuencia organizada, mientras que nueve de cada diez adultos privados de la libertad tuvieron contacto con delitos antes de los seis años. “Más de la mitad ingresaban al crimen organizado por una invitación de un amigo”, detalló Martínez Paz, quien añadió que muchos reclutadores son adolescentes previamente cooptados.
Las entidades con mayor riesgo de reclutamiento son Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Jalisco, Guanajuato, Ciudad de México, Estado de México, Guerrero, Quintana Roo e Hidalgo. Finalmente, Martínez Paz advirtió que los grupos criminales ofrecen drogas como táctica de control: “Una vez que las infancias y adolescencias se vuelven adictas, es mucho más difícil que salgan de ahí. El futuro es inexistente. Pocas veces estas infancias reclutadas logran salir con vida”.
Por todo lo anterior, Reinserta pide la tipificación de un delito autónomo: Reclutamiento de niñas, niños y adolescentes por parte del crimen organizado.