Las niñas, niños y adolescentes que viven en situación de calle no solo han visto vulnerado su derecho a la salud sino a la educación, ya que dadas sus condiciones de abandono o de trabajo infantil se han quedado fuera del sistema educativo, en el contexto de la pandemia por Covid-19.
“No tienen acceso a las tecnologías de la información, el que puedan pagar por las redes, si de por si resultaba complicado, en estos momentos mucho más, porque ya no tienen los ingresos que tenían antes que de por si eran bajos, no tienen el recurso para poder cubrirlo”, explicó Patricia Secunza Schott, directora general de Ednica.
Añadió que al desertar de la escuela, las niñas, niños y adolescentes se exponen a situaciones de riesgo en el espacio público: “Están desertando, es una de las graves problemáticas, porque se expone a situaciones de riesgo que obstaculizan ese proyecto de vida en donde estaríamos hablando de bienestar, dignidad, de libertad en función de la garantía y la promoción de los derechos humanos”.
Si bien hay niños que viven en las calles, y no tienen la posibilidad de estudiar. Los niños que trabajan junto con sus padres en la vía pública, vendiendo chicles o lavando autos en una esquina, se les ha complicado aún más estudiar bajo estas condiciones, y tienden a abandonar la escuela.
