Maternidad reduce oportunidad de trabajar a mexicanas

Al convertirse en madres, las mexicanas registran una caída del 47 por ciento en las probabilidades de trabajar y un aumento de 16 horas de trabajo por cuidados en el hogar, revela un estudio realizado por investigadoras de las universidades Iberoamericana, de Columbia, y de Loyola Marymont, éstas dos últimas de Estados Unidos.

Además, señala que las mujeres que después de su embarazo continuaron trabajando observaron que su salarios e ingresos laborales cayeron hasta en 44 por ciento, hecho que sugiere una disminución del tiempo que trabajan o que se cambiaron a empleos donde les pagan menos.

En la presentación del informe, Eva Arceo Gómez, académica del Departamento de Economía de la Universidad Iberoamericana campus Ciudad de México, y una de las autoras del trabajo, señaló que la conclusión es que en México, el nacimiento de un bebé abre una brecha muy grande entre las madres y los padres, pues mientras ellas tienden a dejar de trabajar, ellos incluso aumentan su participación en el mercado laboral.

Otro hallazgo, es que el nacimiento de un bebé no nada más afecta el desempeño en el mercado laboral de las mujeres que son sus madres, sino también el de aquellas mujeres que viven en el mismo hogar y no son sus progenitoras. “Esto quiere decir que, si yo tengo en mi casa viviendo a mi hermana, al momento en que nace mi hijo, tanto mis resultados laborales como los de mi hermana van a ser afectados”, explicó Arceo Gómez.

Mientras que las académicas Sandra Aguilar Gómez, de la Universidad de Columbia, y Elia de la Cruz Toledo, docente de la Universidad Loyola Marymount, estimaron la “penalización” por tener un bebé hacia las mujeres en el mercado laboral mexicano se mide como la diferencia en las tendencias que toman ciertas variables del mercado laboral, entre hombres y mujeres.

La brecha de trabajos sin paga, que incluye el cuidado y mantenimiento del hogar, se abre en 16 horas a la semana entre hombres y mujeres una vez que nace el bebé. Es decir, el cuidado adicional que impone el bebé a la familia es básicamente absorbido por su madre, quien le dedica 21 horas semanales; mientras que el papá sólo cinco horas a la semana.