Les voy a contar una historia que nació del desastre y de la tragedia, pero que ha salvado miles de vidas en nuestro país.
Estamos hablando del 19 de septiembre 1985, la Ciudad de México vivió tal vez el el terremoto más doloroso de su historia moderna. Miles de personas murieron y quedó claro que se necesitaba una forma de saber que un sismo venía… antes de que nos sorprendiera.
Aquí entra un personaje clave: el ingeniero Juan Manuel Espinosa Aranda, egresado de la UNAM. Apenas unos meses después del sismo, en diciembre de 1985, fue invitado a crear junto con otros expertos el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico, o CIRES.
“Después del terremoto del 85 se le advirtió al gobierno en turno que que no era el sismo que estábamos esperando, el cual no ha ocurrido, el famoso sismo de la brecha de Guerrero. Y eso es lo que nos mantiene en la línea de asegurar que la electrónica y el recurso desarrollado se mantenga vigente”, destacó Espinosa Aranda.
Su misión era clara: diseñar un sistema que detectara un temblor en la costa y mandara la señal a la ciudad. Así nació en 1989 el primer sistema de alerta sísmica del mundo, con 12 estaciones sismo-sensoras en Guerrero. Y en 1991 comenzó a funcionar de manera oficial.
Al momento, esta tecnología nos ha informado a los mexicanos casi 200 servicios de alera de sismo.
El Ingeniero Juan Manuel Espinosa, destaca que es la Alerta Sísmica “es una herramienta del Gobierno, es una herramienta oficial, que se ha venido a mantener en su función, y asegurar su viabilidad, muchos los componentes que se utilizaron originalmente en el sistema se han debido sustituir por equipos más modernos”.
En 1993 ya sonaba en radio y televisión, y la voz que todos hemos escuchado en las pruebas y en los temblores es la del locutor Manuel de la Llata García, elegida para que no se confundiera con ningún otro aviso. Esa voz que nadie quiere escuchar, fue grabada por el actor de doblaje, quien también prestó su voz a Superman en los años 70 y a Han Solo en las primeras películas de Star Wars. El actor falleció en 2016, pero sigue presente cada vez que suena la Alerta Sísmica.
Con el tiempo, el sistema creció. En Oaxaca se creó un segundo sistema, y en 2005 ambos se unieron para formar el SASMEX, el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano, que hoy cubre varias entidades con más de 90 estaciones sensoras.
El Ingeniero Espinosa reconoce que “es una satisfacción no se puede negar, es un trabajo de mucha gente, tenemos un grupo grande de colegas que han abanderado esta causa, este afán, originalmente teníamos 12 sensores en el estado de Guerrero, y actualmente tenemos 96 sensores desde Bahía de Banderas al Istmo de Tehuantepec”.
Lo más importante: este sistema puede darnos segundos de ventaja. A veces 10, 20, incluso medio minuto, según dónde ocurra el sismo. Parece poco… pero esos segundos son la diferencia entre la vida y la muerte, entre salir corriendo de un edificio o quedar atrapado.
El ingeniero, Juan Manuel Espinosa Aranda, actual director del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico, me comenta que a pesar de toda la tecnología y de cualquier tipo acción gubernamental, lo que más puede salvar vidas, es saber qué debemos hacer si suena la Alera Sísmica.
“La tarea difícil de lograr pero necesaria, indispensable, es que la gente haga un plan, de yo qué haría si suena el alertamiento para protegerme, es una metáfora, por ejemplo tener un helicóptero o un avión, que nos puede servir para movernos, pero si no los sabemos volar pues de poco sirve ese desarrollo tan incuestionable”.
El creador de la Alerta Sísmica recuerda que nos debemos mantener alertas, porque en México se espera que ocurra un sismo de grandes magnitudes que aún no ha ocurrido, y sin querer ser alarmistas debemos tomar conciencia de esta posibilidad.
El ingeniero, Juan Manuel Espinosa Aranda, destacó que actualmente en cada simulacro se perfecciona la transmisión de mensajes de Alerta Sísmica a través de tecnología celular, no obstante considera que todo avance tecnológico siempre será perfectible y no estará libre de errores.
“Tenemos un avance pendiente de explotar a cabalidad, pero también la telefonía, los alto parlantes que pusieron también para que la gente se entere por ese medio, ha sido un gran impacto favorable, para que la gente esté protegida y ahora la telefonía que es un recursos que no se puede negar”.
Así que sí: la alerta sísmica mexicana no salió de la nada. Nació del dolor de 1985, de la ciencia y del ingenio de Juan Manuel Espinosa Aranda y otros especialistas, que actualmente nos pone los pelos de punta cuando la escuchamos, pero que es innegable que ha salvado muchas vidas.