Rusia ha perdido terreno y retrocede en el sur y este de Ucrania, reconoció Yevgueni Prigozhin, jefe del grupo ruso de mercenarios Wagner, contradiciendo al gobierno de Vladimir Putin que aseguró que la contraofensiva ucraniana ha fracasado.  

Además, por primera vez cuestionó la versión oficial de Rusia para invadir Ucrania, la cual, dijo, está basada en mentiras de los altos mandos del Ejército ruso, a quienes acusó de tratar de engañar a todos con la versión de que Ucrania planeaba atacarlos con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).  

Prigozhin aseguró que la guerra solo era necesaria para que los militares a cargo pudieran convertirse en héroes, para adquirir bienes materiales y dividir a la élite gobernante, pero no para desmilitarizar o desnazificar Ucrania porque representaba una amenaza para Rusia.  

El jefe del Grupo Wagner también acusó al Ejército ruso de bombardear sus bases en la retaguardia del frente con Ucrania, provocando un enorme número de víctimas entre sus combatientes, por lo que amenazó con responder a los ataques.  

El Ejército ruso negó haber bombardeado las bases del grupo Wagner y calificó las declaraciones de Prigozhin como una provocación, evidenciando las tensiones entre ambos grupos.  

Por su parte, el Ejército de Ucrania aseguró que la fuerza principal de su reserva ofensiva aún no ha sido enviada al campo de batalla contra Rusia, pero no pidió subestimar al enemigo, al que calificó de peligroso.  

En tanto, el Estado Mayor ucraniano informó sobre la destrucción, en las últimas horas, de 44 sistemas de artillería rusos, lo que consideró una cifra récord.