Una persona se pierde por hora en México, esto equivale a 27 personas desaparecidas por día.

Veracruz, Colima y Sinaloa son los Estados más peligrosos.

El pasado 26 de septiembre se cumplió el noveno aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Los años de incertidumbre exponen que en México ha empeorado la crisis de justicia y seguridad.

No sólo eso, sino que visibilizan que el índice de impunidad alto se debe a la falta seguimiento e investigaciones efectivas.

La cobertura que se dio a este caso recuerda a las más de siete mil personas que han desaparecido sólo en el transcurso de 2023, sin respuestas de las autoridades ni atención mediática.

En México se pierden alrededor de 27 personas por día, lo que equivale a una por hora. La Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) reportó 110,954 desaparecidos en los últimos cinco años. De ellos, aún se desconoce el paradero de 43,703.

De acuerdo con los datos oficiales, muchas de las personas desaparecidas son asesinadas y enterradas en fosas clandestinas. Hasta agosto de este año, se contabilizaron 2,710 fosas con restos humanos en todo el país.

Veracruz, Colima y Sinaloa se sitúan como los tres Estados más peligrosos en materia de desapariciones. El Estado de México, Michoacán y Puebla se posicionan como los territorios en los que, en el último año, ha incrementado exponencialmente el índice de desaparecidos.

El jefe del ejecutivo Federal aseguró que el conteo de la CNB está desactualizado, ya que el organismo registra el número de desaparecidos de cierto periodo de tiempo, pero no contempla los casos de personas que sí regresaron a casa.

De la misma forma, señaló que esta cifra es menor y que las autoridades están tomando acción para prevenir y sancionar los casos de desaparición forzada, así como emprendiendo medidas agresivas para encontrar a las personas que aún están perdidas.

En junio de este año, el gobierno Federal llevó a cabo un segundo censo en el que participaron las fiscalías de los estados, la subsecretaría de Gobernación y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. A excepción del poder ejecutivo, ninguna otra instancia se pronunció al respecto.

A pesar de que las autoridades reportaron un descenso en el número y desapariciones, las organizaciones civiles y grupos de madres buscadoras lo desmienten y denuncian poco apoyo para continuar con las investigaciones.

“En este camino de dolor habemos quien abandonamos nuestra vida para buscar a los hijos y quienes abandonan sus ideales cuando llegan al poder. Usted no lo haga, presidente”, declaró Ceci Flores, portavoz del colectivo Madres Buscadoras de Sonora.

De igual forma, subrayó: “las Madres Buscadoras no somos opositoras, buscamos a nuestros hijos ante la apatía, insensibilidad, burocracia y nulo apoyo por parte de las autoridades”.

Con el incremento en la cantidad de desapariciones, el número de colectivos de familias buscadoras ha aumentado en el país, estando presentes en 26 de los 32 Estados de la República.

“No somos prioridad para las autoridades, aunque nosotras hagamos el trabajo que les corresponde. Seguiremos escarbando la tierra con nuestras propias manos porque somos símbolo de resistencia”, concluyó Flores.

Las Madres buscadoras optaron por pedirle permiso al narco para desenterrar a los muertos con la esperanza de encontrar a sus desaparecidos. De la misma forma, han pedido a nueve cárteles, entre los que se encuentran, Cartel Jalisco Nueva Generación, Cartel de Sinaloa, Cartel de Sonora, Cartel de Los Salazar, La Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios y Los Zetas Vieja Escuela, que cese la violencia contra ellas.

La Organización de las Naciones Unidas establece que, de los casos de desapariciones que se han registrado los últimos 58 años, sólo en 35 ocasiones se ha sentenciado a los culpables.

Además, señaló que el número de desapariciones comenzó a crecer desde 2006, momento en el que el expresidente Felipe Calderón asumió el poder e instauró un modelo militarizado de seguridad pública.

La asociación civil Centro Prodh informa que no ha habido una reducción en el número de desapariciones en el país ni políticas del gobierno federal o gobiernos estatales para hacer frente al tema.

110 mil 954 familias siguen sin apoyo de las autoridades, a merced de los grupos armados que dominan la región y sin respuestas sobre el paradero de sus desaparecidos. Así será hasta que se implementen medidas efectivas de seguridad y se hable con la verdad sobre la crisis que enfrenta el país.

Con información de Natalia Arreola.