Uno de los actores más queridos, respetados, prolíficos, admirados y talentosos de México ha muerto. Don Ignacio López Tarso no pudo llegar a los 100 años de vida, como lo había deseado, pero sí se mantuvo activo hasta en sus últimos días.
La pandemia no lo detuvo, incluso fue un periodo de mucho trabajo, pues montó cerca de una decena de obras y lecturas dramatizadas en diferentes plataformas streaming
Pocos días antes de las funciones de ofreció de “Macario”, don Ignacio habló para 88.9 Noticias sobre su gran deseo de escuchar nuevamente los aplausos del público en un teatro lleno. Allí compartió esta reflexión: “Regresar para aplaudirle en vivo… eso será maravilloso, volver a eso. Ya tengo poco tiempo, cada día se acerca más el fin. Inevitable. Ese fin presente. ¿Cuándo va a llegar? Quién sabe”.
El gran deseo de este primer actor era llegar a los 100 años de vida. En alguna ocasión compartió que le habría gustado morir en un escenario de teatro… y es que, allí estaba su vida.
Reportero de Grupo ACIR
Ignacio López Tarso inició su carrera en 1949, cuando ingresó a la Academia de Arte Dramático del Instituto Nacional de Bellas Artes. Allí conoció al escritor Javier Villaurrutia y al dramaturgo Salvador Novo. Montó en aquel entonces “El sueño de una noche de verano” de William Shakespeare; y en 1951 tuvo su debut profesional con la obra “Nacida ayer”.
Su talento le dio el salto del teatro al cine, donde tuvo su primer filme en 1954. Se llamó “La desconocida”. Sin embargo, la fama mundial le llegó en 1959 con la multipremiada película “Macario”, dirigida por Roberto Gavaldón y basada en el cuento de B. Traven. En entrevista, el actor recordó así al humilde campesino: “Con ‘Macario’ he viajado por gran parte del mundo, con la película casi bajo el brazo. He ido a lugares inesperados para mí. A un festival en la India, por ejemplo, donde estuve cuatro semanas. ‘Macario’ es un personaje que yo quiero mucho”.
Hay que recordar que “Macario” fue la primera película mexicana en ser nominada al Oscar por Mejor Película en Lengua Extranjera Además fue inscrita en el Festival Internacional de Cine de Cannes de 1960.
Más adelante llegaron otras películas, por ejemplo, “Cri Cri: el grillito cantor”, “El gallo de oro”, “La vida inútil de Pito Pérez” y “Los albañiles”. De hecho trabajó en más de 60 filmes y más de 30 telenovelas, como “Senda de gloria”, “El derecho de nacer” y “La malquerida”. Eso además de sus 30 obras de teatro.
Una de las últimas apariciones públicas de don Ignacio fue cuando cumplió 98 años, apenas el 15 de enero. Partió su pastel e invitó a la prensa a compartir el momento. Allí expresó este deseo: “Yo decía que ha de ser padrísimo dejar un siglo y recibir al otro. Ahora estoy deseando llegar a los 100, ojalá. Con la salud no se sabe nunca. Yo estoy muy bien en este momento. Me siento sano, me siento fuerte. Yo no sé mañana”.
Fueron 98 años de una vida productiva y llena de reconocimientos, por ejemplo un Ariel de Oro en 2007 por su trayectoria; el Premio de la Sociedad de la Herencia Hispana en 2006, y la Medalla de Oro Conmemorativa de Bellas Artes el mismo año.
Hoy, la vida de Don Ignacio López Tarso se apagó, pero antes de eso quiso contagiar al público de sus ganas de vivir y ser productivo hasta el final.
Estas palabras nos las regalo en una entrevista hace un año: “La vida me gusta, me gusta despertar cada mañana. Me gusta ver el sol, me gusta platicar, me gusta ver a la gente, me gusta mi familia, me gusta vivir. Yo soy capaz de emplear el poco dinero que tengo para conseguir un día más de vida”.
