Con miras a la próxima temporada de sequía, el gobierno de Huixquilucan, en el Estado de México, pidió a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) retomar los trabajos de saneamiento de la presa El Capulín, para reducir los malos olores que propician los lodos estancados en este cuerpo acuífero.
La alcaldesa Romina Contreras señaló que ante los fuertes hedores dispuso recursos para aplicar bacterias nitrificantes y enzimas; sin embargo, se requiere la colaboración de los tres niveles de gobierno para fabricar redes retenedoras de basura y llevar a cabo la modernización del sistema de desinfección de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales.
“Desde hace nueve años, el Gobierno de Huixquilucan ha trabajado para aminorar los malos olores; primero, con la aplicación de sulfato de cobre sobre el río y, ahora, con la colocación de bacterias; sin embargo, es una estrategia paliativa que no resuelve de fondo la problemática, aunque sí la aminora, por lo que necesitamos que la Conagua y, en su caso, la Comisión del Agua del Estado de México, desarrollen un proyecto ejecutivo que permita la asignación de recursos y el inicio de los trabajos para atender la presa”, aseveró Contreras.
Apuntó que lo anterior evitará que la presa se convierta en un foco de infección para quienes viven en las inmediaciones del Río Frío y del vaso regulador.
