México tiene el potencial de ser una economía de alto crecimiento y más inclusiva, por lo que es esencial una agenda de reforma integral y ambiciosa que de certidumbre a inversionistas, revierta la baja productividad y reduzca la desigualdad y pobreza, sobre todo porque la inversión ha estado plana desde el 2015 y bastante baja desde el 2019.
Así lo afirmó Mathias Cormann Secretario General de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), quien en el marco de la presentación del “Estudio Económico de la OCDE 2022: México, en donde destacó que si bien el país tiene política monetaria sólida, buen manejo de deuda, tipo de cambio flexible, permitieron proteger la estabilidad económica de los efectos de la pandemia, sin embargo las perspectivas de crecimiento del país a medio plazo se han debilitado.
“Hubo un repunte en la actividad económica sólida en la primera parte del 2021 pero se ha debilitado debido a restricciones de abastecimiento y nuevos brotes del virus, esperamos que el PIB de México crezca a una razón de 2.3 por ciento este año y 2.6 por ciento el siguiente año”.
En el estudio, también destacó que la deuda del país registra un incremento.
Mathias Cormann advirtió que la productividad de México es de las más bajas, y esto se debe a las altas tasas de informalidad además de que tiene que fortalecer el cumplimiento en el pago de impuestos, bajar los niveles de la deuda que hoy se ubica en 55 por ciento para finales del 2020.
Al respecto el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, quien sólo se limitó a leer los programas puestos en marcha por la presente administración, y aseguró que la deuda se ha reducido.
