No hay un plan B, urge trabajar para combatir el cambio climático

A pesar de que los ecosistemas brindan la oportunidad de soluciones y proyectos basados en la naturaleza, existen resistencias, denunció el subsecretario de Hacienda Gabriel Yorio, quien agregó que los ministerios de finanzas, tenemos que pensar en soluciones para que los sectores privados y financieros vean la naturaleza como un activo de inversión atractivo.

“Hasta ahora la discusión de transitar hacia la sostenibilidad se ha visto contaminada por la visión de unos cuantos países enfocándose casi exclusivamente en las inversiones de transición energética y muy poco se habla de financiar medidas de conservación como la reforestación la agricultura regenerativa la restauración de manglares y la conservación de ecosistemas costeros que como ya dije tienen un gran potencial de captura de carbono entre otros beneficios”.

 

Lo anterior en el marco de la Inauguración de la Semana Global del Crecimiento Verde, organizada por el Global Green Growth Institute (GGGI), en donde César Edgardo Rodríguez Ortega, director general de Planeación, Evaluación y Estadística Ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente, reconoció que las capacidades financieras de los países de América Latina están muy muy por debajo todavía de los países en desarrollo aproximadamente entre 5 y 10 veces.

“Por lo cual obviamente el esfuerzo que podamos realizar todos para cerrar esta brecha será fundamental y el reto no es minúsculo, las cifras son verdaderamente muy importantes para lograr conseguir esta brecha, según algunas estimaciones estamos platicando que los fondos necesarios para la financiación de la adaptación pueden ir dentro de los 160,000 hasta los 340,000 millones de dólares esto al 2030”.

En su momento Tatiana Escobar representante del Institute Global, destacó que los instrumentos financieros soportan las acciones para mitigar y abordar los desafíos climáticos que están  por venir,  las finanzas sostenibles además de mitigar riesgos y buscar retornos son el camino que tenemos hoy para construir un mundo incluyente responsable.

“No existe un plan B no tenemos Plan B el momento de actuar es la responsabilidad colectiva defender y fomentar esta visión a todas las partes interesadas los gobiernos de las empresas la cooperación internacional la sociedad civil las multilaterales y a cada uno de nosotros como individuos que reconozcamos el inmenso poder y el potencial que tiene las finanzas sostenibles en consecuencia”.