Restauranteros, comerciantes y el sector patronal lamentaron y ven con preocupación el nuevo cierre de actividades no esenciales en la ciudad de México y el Estado de México, en un intento por disminuir la curva de contagios del Covid 19, medida que podría llevar a la muerte a 10 mil establecimientos adicionales que se sumarían a los casi 49 mil que, de acuerdo con el INEGI, se perdieron en el último año.
Además de un efecto devastador para comercios, quienes estiman pérdidas en ventas de entre el 19 de diciembre al 10 de enero 48 mil 554 millones de pesos tan solo en la Ciudad de México.
En su momento la Coparmex ciudad de México, afirmó que el semáforo rojo en el Valle de México es una medida desesperada y necesaria para detener los contagios y las muertes, pero al mismo tiempo pone en evidencia los esfuerzos insuficientes de las autoridades federales y locales por ejecutar acciones más contundentes para evitar contagios en los espacios públicos, especialmente en las actividades de la informalidad, donde se relajaron las medidas básicas al punto de las circunstancias en qué ahora nos encontramos.
En tanto que la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) lamentó que no hubiese un aviso previo sobre la medida, provocando pérdidas millonarias y perdida de productos, en especial perecederos, provocando el cierre de 8 de cada 10 empresas.
