El desarrollo de México no es tarea de un solo actor. Es el resultado de un esfuerzo conjunto, en el que la alianza entre el Gobierno y los empresarios tiene un papel central. Esta relación, lejos de ser circunstancial, es estratégica para alcanzar objetivos comunes: generar empleos de calidad, reducir desigualdades y fortalecer la competitividad de nuestro país, afirmó el secretario de Hacienda Rogelio Ramírez de la O.
Quien agregó que hoy nuestro país tiene la oportunidad de consolidarse en sectores estratégicos como la manufactura avanzada, las energías renovables, la tecnología y la logística, pero para lograrlo hoy se requiere más que nunca la participación activa del sector privado.
“Desde el gobierno federal hemos diseñado planes y políticas orientadas a fortalecer estas áreas clave. No obstante, sabemos que para lograr este objetivo las empresarias y empresarios deben apostar por México e involucrarse activamente. Con su compromiso y una estrategia compartida transformaremos los retos en oportunidades”.
El secretario de Hacienda agregó que este esfuerzo no es sólo económico, sino que tiene un propósito social profundo.
“La inversión y creación de empleos de calidad es, al mismo tiempo, una estrategia de desarrollo económico y un acto de justicia social. Es lo que permite a millones de familias mexicanas mejorar su calidad de vida y construir un futuro con mayores oportunidades y gobernabilidad”.
En este sentido agregó que el potencial es grande, pero para materializarlo se necesitan encadenamientos productivos sólidos, innovación y un enfoque de planeación para el desarrollo.