El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) consideró que las iniciativas de leyes secundarias para implementar la reforma constitucional en materia energética, existen pocos incentivos para la eficiencia y la inversión.
En su análisis destaca que el régimen fiscal de Pemex, establece un nuevo derecho diseñado como regalía sin posibilidad de deducciones, sin distinguir entre campos.
Agregó que los tres gravámenes que paga Pemex en la exploración y extracción de hidrocarburos, esto es, derecho de exploración, derecho de extracción de hidrocarburos y derecho por utilidad compartida, se consolidan en un único derecho petrolero para el bienestar.
Señala que la petrolera mexicana mantendrá el control exclusivo de las asignaciones, tanto las de desarrollo propio, donde la participación privada se encuentra limitada a contratos de servicios, como las de desarrollo mixto, donde la empresa podrá tener socios.
Ante el nuevo panorama, buena parte del éxito de las reformas en materia de hidrocarburos recaerá en la credibilidad y el atractivo de Pemex como socio, así como en la capacidad del Gobierno Federal de ofrecer un horizonte de predictibilidad para la inversión de largo plazo. Para Pemex, un reto central para aumentar su credibilidad es reducir su deuda con proveedores y contratistas, que al cierre del tercer trimestre de 2024 se ubicó en 402.9 mil millones de pesos.
Por ello, consideró que el Senado de la República deberá discutir a profundidad estas iniciativas con el objetivo de que estos instrumentos incentiven el desarrollo de nuevos campos de hidrocarburos y logren revertir el declive de la plataforma de producción de hidrocarburos del país, al mismo tiempo que se diversifiquen las fuentes de financiamiento.
