En su mayoría micro y pequeñas empresas, son el rostro productivo de las comunidades: generan empleo, fortalecen la identidad local y dinamizan el consumo interno.
Sin embargo a pesar de su relevancia, el 52 % de las MIPYMES muere antes de cumplir dos años, según el Estudio sobre la Demografía de los Negocios (EDN), afirmó la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (CONCANACO SERVYTUR).
Quien destacó que esta alta mortalidad empresarial subraya la necesidad de políticas públicas diferenciadas, programas de acompañamiento técnico y esquemas de financiamiento accesibles que promuevan la competitividad y la permanencia.
El organismo privado agregó que
enfrentan retos estructurales que limitan su crecimiento: acceso limitado a financiamiento, carga regulatoria excesiva, baja adopción tecnológica y escasa protección frente a la competencia desleal de la informalidad.
Por todo ello la Concanaco propuso: Reconocer a las MIPYMES como eje de desarrollo territorial, no solo como beneficiarias de programas, sino como aliadas estratégicas del crecimiento económico.
– Simplificar el marco regulatorio y reducir cargas administrativas, facilitando la formalización y adoptando herramientas digitales que hagan más ágiles los trámites.
– Impulsar la digitalización y la capacitación en todo el país, aprovechando tecnologías como asistentes virtuales, automatización de procesos y plataformas de formación continua.
– Fortalecer la inclusión financiera, con productos y créditos diseñados a la medida de la operación de las micro y pequeñas empresas, junto con incentivos para la regularización fiscal.
– Proteger la propiedad intelectual y la identidad comercial como vía para su escalabilidad y competitividad, en especial en entornos digitales y de exportación.
Por último destacó que las MIPYMES representan el 99.8 % de las unidades económicas del país, generan el 72 % del empleo formal y aportan más del 52 % del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con datos del INEGI.