El año pasado, los costos totales por el agotamiento y degradación ambiental ascendieron a 1.3 billones de pesos corrientes, monto que equivalió a 4.2 % del PIB total de la economía.
Mientras que los gastos para la protección ambiental ascendieron a poco más de 219 mil 766 millones de pesos (0.7 % del PIB total de la economía). Esta cantidad se destinó principalmente al mejoramiento del aire-ambiente y clima, así como a la gestión de los recursos hídricos.
Así lo informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) al dar a conocer los resultados de las Cuentas Económicas y Ecológicas de México (CEEM) 2023, las cuales permiten medir el impacto de la actividad económica y de las actividades humanas en el medio ambiente.
En este sentido el organismo explicó que el Producto Interno Neto Ajustado Ambientalmente o Producto Interno Neto Ecológico (PINE), que se obtiene al restar del PIB total de la economía tanto el consumo de capital fijo como los costos totales por agotamiento y degradación ambiental, alcanzó un monto de 24.4 billones de pesos y representó 76.7 % del PIB a precios de mercado.
Los sectores con más contribución al PINE fueron comercio, otros servicios e Industrias manufactureras.
Durante 2023, los mayores costos ambientales fueron los relacionados con las emisiones al aire, que generaron un impacto equivalente a 2.5 % del PIB; la degradación del suelo, con 0.6 %, y los residuos sólidos urbanos, con 0.4 por ciento. El resto de los componentes sumaron 0.7 % y se compusieron de los costos por agotamiento de hidrocarburos, agotamiento de agua subterránea, descargas de aguas residuales no tratadas y por el agotamiento de recursos forestales.