Gastar más de lo que permite el presupuesto, utilizar la tarjeta de crédito para gastos diarios, la necesidad de pedir dinero prestado para llegar a fin de mes, reducir gastos en ropa o comida y atrasarse en el pago de la tarjeta de crédito, impuestos y servicios conducen a padecer estrés financiero, lo que provoca que baje hasta un 33 por ciento la productividad laboral.
Así lo afirmó Edgar Schwartz, CEO de Solventium, firma reparadora de crédito, quien reveló que actualmente 76 por ciento de los mexicanos tienen esta tensión física y emocional, lo que representa un incremento del 26 por ciento respecto a los índices presentados antes de la pandemia de Covid-19, cuando 23% de la población solicitó préstamos a familiares y amigos y el 17.9 por ciento dejó de pagar deudas ya contraídas.
El directivo agregó que el endeudamiento para cubrir gastos básicos y pagar adeudos representa hasta el 29.4 por ciento de los ingresos sin contar los pagos hipotecarios.
Expuso que de acuerdo con un estudio realizado a 400 mil personas con ingresos medios de 12 mil 250 pesos mensuales, se detectó que las deudas activas tenían un saldo retrasado que representaba 2.9 veces su salario mensual, con una media de 35 mil 499 pesos.
Todo esto, lleva a las personas a pensar en tomar otro trabajo para equilibrar el presupuesto, recibir frecuentemente llamadas de acreedores, realizar solamente el pago mínimo de la tarjeta de crédito evidencia estrés financiero, el cual representa un gran peligro corporativo, pero también de salud pública por su alta incidencia en problemas mentales como ansiedad y depresión y por estar asociado, incluso, a pensamientos suicidas.
