La enfermedad de Coats es un padecimiento genético que se caracteriza por una anormalidad de las venas y arterias de la retina del ojo, se manifiesta en la primera infancia y de no ser diagnosticado de manera oportuna puede ocasionar pérdida de visión.
A través de un comunicado, la secretaría de salud informó que la enfermedad de Coats es progresiva y su tratamiento está dirigido a cerrar los vasos anormales mediante fotocoagulación láser. En estados avanzados se requiere el uso de antiangiogénicos, que son medicamentos que inhiben o reducen la formación de nuevos vasos sanguíneos para conservar la visión lo mejor posible.
Por lo general, los pacientes llegan a consulta por primera vez en etapas avanzadas, cuando hay desprendimiento de retina o glaucoma neovascular, con daño visual y dolor intenso; esto se conoce como ojo ciego doloroso y se considera la etapa final de la enfermedad. En estos casos, el pronóstico es malo y la única alternativa es retirar el ojo y poner una prótesis.