El Cirque du Soleil levantó su carpa en el Palacio de los Deportes para mostrar el espectáculo “Corteo”, que cuenta la historia de un hombre que imagina cómo sería su funeral y quiénes se irían a despedir de él.
“Corteo” significa “Cortejo” en italiano y hace referencia a un cortejo fúnebre. A pesar de esto, el espectáculo no es triste, sino lleno de magia, sorpresas y alegría, pues Mauro, que es el hombre que se imagina su muerte, también repasa los momentos más divertidos de su vida.
En el show participan artistas y acróbatas de diferentes partes del mundo, entre ellos el argentino Victorino Luján, quien interpreta al Clown Gigante, pues mide dos metros con ocho centímetros. En entrevista para 88.9 Noticias, él nos contó más detalles de su papel: “El personaje que yo interpreto es el amigo principal de Mauro. No sé si es una ensoñación o realmente sucede, un funeral. Y yo termino la primera escena con bastante congoja, adolorido por la partida de mi amigo y de ahí comienza un primer número de acrobacias, que son unos enormes candelabros”.
En esos candelabros vemos a diferentes mujeres acróbatas colgándose y girando a pesar de la altura. Eso ya despierta el asombro del público y se mantiene a lo largo del espectáculo que dura más de dos horas, en las que vemos desfilar todo tipo de números de que requieren destreza y gracia. Allí están, por ejemplo, las camas elásticas donde brincan los acróbatas; al igual que el balancín. También está una artista que domina el Hula-Hoop, una tercia de malabaristas con anillos, aros y palos, un trampolín donde parece que vuelan los artistas, un cuartero de hombres que muestran su destreza con una rueda en el escenario, sin olvidar la danza de helio, donde el pequeño clown vuela por todo el Palacio de los Deportes con unos globos atados a su cuerpo.
Con todos estos números, el público aplaude, se asombra, se angustia y se divierte. Además, los artistas gozan de la reacción del público mexicano, al que describen como cálido. Esto opinó el Clown Gigante: “Tuvimos una muy buena recepción. El público latino, mexicano, siempre es muy cálido, muy abrazador. Se siente eso cuando disfrutan, cuando reaccionan a las partes humorísticas. Tal vez en otros países no se identifican con ese tipo de humor, pero el público mexicano entiende el espíritu del espectáculo”.
Victorino, quien es argentino con ascendencia italiana, no es el único que nota la recepción mexicana. El brasileño Marcelo Perna, quien interpreta al Clown Blanco, coincidió en esto, y además recordó que en México tenemos una idea particular de la muerte, que nos permite disfrutar más del mensaje de “Corteo”, que es apreciar y disfrutar la vida.
“Hablamos de la muerte de una manera muy bonita, muy poética, muy preciosa y el espectáculo son las escenas de Mauro, los momentos de su vida, sus amores, los problemas que tenía con su compañía en la carretera. De eso se trata. Cada acto es uno más impresionante que el otro. Son 56 personas en el espectáculo”, opinó el artista brasileño.
Ahora bien, esas 56 personas en escena son de diferentes personalidades. Ya tenemos a un artista italo-argentino, a un brasileño. También está la cantante mexicana Sofía Montaño, quien es nieta del fallecido Ignacio López Tarso.
Al final, todos se conectan con el espíritu y el mensaje de “Corteo”. Los artistas que llevan más tiempo en el show, instruyen a los nuevos, y aunque no hablen el mismo idioma, se entienden y trabajan en armonía.
En el equipo técnico también hay personas de diferentes nacionalidades, por ejemplo, la directora artística Allison Crowford, quien también nos explica el mensaje de “Corteo”. Tiene que ver con la importancia de la muerte: “Es muy importante, como la celebración de la vida, pero como en México, la muerte se celebra. Es hermoso ver tu vida y pensar si así imaginabas que era tu vida”.
