El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) confirmó este lunes que, desde la primera semana de julio, se ha registrado una disminución de lluvias en el oriente, sureste, sur y algunas zonas costeras del occidente del país. Esto, posiblemente asociado a la canícula, un evento climático caracterizado por una reducción temporal en la nubosidad y las precipitaciones, lo que eleva la sensación térmica.
Y es que junio pasado fue el mes más lluvioso desde 1941, con un superávit de 56% respecto al promedio histórico. Sin embargo, del 1 al 29 de julio, las precipitaciones a nivel nacional disminuyeron un 21 por ciento.
La dependencia aclaró que la canícula puede extenderse hasta septiembre, pero no es uniforme y no implica las temperaturas más altas del año, que suelen presentarse en mayo.
El monitoreo de este fenómeno es crucial para sectores como la agricultura, la salud pública y la gestión hídrica, ya que su inicio, duración e intensidad varían anualmente.