Depresión blanca o “blues de Navidad”? UNAM

Con  síntomas de insomnio, ansiedad, tristeza, falta de apetito, mal humor, la depresión blanca” o “blues de Navidad” es un estado de ánimo negativo un temporal hacia todo lo que tiene que ver con Navidad más allá de los casos concretos o razones específicas

 

 “factores que pueden estar afectando y que les causa mucho estrés, mucho desgaste, desmotivación, por no tener una estabilidad económica, una estabilidad psicológica, algunos aspectos o temas de su vida personal, no resueltos”

De acuerdo con Patricia Bermúdez, profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM, entrevistada por  UNAM Global, las percepciones psicológica, familiar, social y económica son factores que influyen en la depresión blanca


“el considerar que no pudieron cumplir metas, estar en duelo por la pérdida de seres queridos, muchísima publicidad que puede afectar, todavía más las personas, son familias completas, festejando, no todo el mundo está así, hay algunos que están sufriendo y no están festejando”

La depresión navideña puede estar predispuesta genéticamente en aquellas personas que han tenido familiares que padecen de una depresión severa?

De acuerdo con Patricia Bermúdez, profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM, si la Navidad supone estrés o te deprime un poco se recomienda Gestionar pensamientos y primero solicitar ayuda profesional


“una afección psicológica, familiar eso les provoca también un poco más de tristeza y pueden llegar a tener hasta depresión en esta época navideña y empiezan esos sentimientos de culpa, de tristeza, melancolía, un estrés fuerte”

¿Qué se puede  hacer para superarla?

Hay que fijarse en los aspectos positivos de las personas y de la festividad. 

 “ha habido muchos acontecimientos que han afectado a las familias, factores psicológicos, familiares, sociales, económicos, pues han llevado a que estas fiesta decembrinas no las estén considerando como algo motivante”

También es recomendable evitar emociones que no son saludables para nosotros

  “las fiestas decembrinas se empiezan a preparar desde noviembre; estos 2 meses pueden ser para muchas personas el fin de un ciclo, de un cierre de año, que nos invitan a reflexionar, a la planeación de nuevas cosas, para otras personas desafortunadamente no es así”

Cuáles son las alternativas para reducir el riesgo de depresión invernal ?

  1. Realizar actividades placenteras: “Hablar con los amigos, dar una vuelta, incluso bañarnos tranquilamente (a veces con las prisas de todos los días no lo hacemos) puede ayudarnos a relajarnos y tener una mejor perspectiva de las cosas”.  Darnos cuenta de que no somos los únicos que nos sentimos así.
  2. Integrar redes de apoyo.
  3. Realizar actividades altruistas: “Hay que pensar en los demás. Mucha gente sufre, pero nos encerramos en que ‘sólo somos nosotros’ y no es así. Si ayudo a otro, eso me hará sentir mejor”.
  4. Tomar terapia: “Si es muy necesario, debemos ser atendidos por profesionales de manera inmediata y tener un tratamiento que nos permita salir adelante y no caer en depresión”.

También existe el trastorno afectivo estacional, condición es un tipo de depresión que se caracteriza por su patrón estacional recurrente, con síntomas que duran entre cuatro y cinco meses al año.

Su origen tiene que ver con los días cortos, oscuros y fríos de invierno, y no con lo que la Navidad supone.

Una menor exposición a la luz solar y una baja luminosidad (sucesos que ocurren en la temporada de invierno), afectan a dos sustancias químicas cerebrales: la melatonina y la serotonina.

Cuando el organismo está expuesto a la luz solar, ocurre un aporte de vitamina D.

Esto hace que nuestro sistema hormonal produzca una mayor cantidad de hormonas como la melatonina y la serotonina. Cuando tenemos la serotonina presente en nuestro organismo, tenemos una mejor motivación y una mejor condición para hacer las cosas.

Nuestra función cerebral también mejora nuestro ánimo y, por consiguiente, tenemos ganas de aprender y de hacer cosas, ya que estamos en buenas condiciones