Este jueves fue asesinado Javier Vargas Arias, un empresario de 43 años, originario de Puebla, que se dedicaba a la compra y a la venta de naranjas en el municipio de Álamo, al norte de Veracruz.
Vargas era dueño de la empresa “Cítricos Vargas”, la cual distribuye miles de toneladas de fruta a distintas partes del país.
De acuerdo con reportes de medios locales, Javier Vargas fue atacado a balazos por sujetos desconocidos que viajaban en una camioneta blanca.
El ataque ocurrió mientras el empresario supervisaba la mercancía de sus camiones en el poblado de Jardín Nuevo, la misma zona donde hace tres meses fue asesinada la maestra y taxista Irma Hernández, quien apareció en un video arrodillada, amarrada de las manos y rodeada de hombres armados poco antes de su muerte.
Según las primeras versiones, días antes del ataque Javier Vargas había sido amenazado por el crimen organizado, presuntamente para que pagara cuotas de cobro de piso o extorsión.
En esa zona de Veracruz opera el Cártel Jalisco Nueva Generación y la Mafia Veracruzana, un grupo local con afinidad al Cártel del Golfo.
Su asesinato se suma, en la misma semana, al del empresario limonero Bernardo Bravo, quien fue secuestrado y hallado muerto en Michoacán.
