Desde hace días comenzó a escribirse en el Senado la novela legislativa de la aprobación de la Reforma Judicial. Iniciaron las intrigas y las especulaciones respecto a si Morena y sus aliados contarían con los 86 votos necesarios para aprobar la iniciativa presidencial.
Esto comenzaría a aclararse desde la primera intervención en tribuna. El coordinador de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, denunció que su compañero de bancada Daniel Barreda y su padre, habían sido detenidos por órdenes de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, con la intención de que no pudiera votar.
“En política no hay coincidencias, qué casualidad que el día de hoy que tenemos una votación trascendente se quiera silenciar a la mala, utilizando los peores instrumentos de coacción politica, los del viejo régimen, los que prometieron dejar atrás”
En su oportunidad, el senador de Morena, Adán Augusto López, aseguró que la mandataria de Campeche, le informó que no estaban detenidos, y que además durante una llamada con el senador Barreda, éste le informó que estaba en la Ciudad de México.
“El padre del senador Barreda, y el mismo senador no están detenidos, no son objeto de ninguna investigación… ¿dónde se encuentra el senador Barreda? Lo único que él me autorizó que yo mencionara, es que está en la Ciudad de México”.
No fue sino hasta después de las 22:00 horas que el senador Barreda habló con los medios, pero no en la Ciudad de México, sino afuera de las Salas de Juicios Orales de Campeche. El legislador detalló que desde muy temprano arribó al estado para apoyar a su padre, quien había sido detenido durante la madrugada.
“Mi papá tenía un tema, tenía un tema personal, y yo tuve que venir a acompañarlo para atender este tema personal… mi padre fue retenido en ese momento y lo trajeron para acá, y yo tuve que venir atenderlo. -¿usted no estuvo detenido? -No, yo vine a acompañar a mi padre”.
Al final del día, el senador Barreda no pudo ejercer su voto. Trascendió que el legislador se sumaría a las filas del Partido Verde en la Cámara Alta.
Sin embargo, en esta novela aún faltaba por escribirse otro capítulo. El protagonista sería el senador del PAN, Miguel Ángel Yunes Márquez, quien hace una semana aseguraba que votaría en contra de la Reforma Judicial, pero ayer, a través de un oficio, solicitó licencia para separarse del cargo argumentando problemas de salud.
Para el senador y presidente nacional del PAN, Marko Cortés, esta decisión era una traición con tintes de impunidad.
“Aquí a la pregunta a esta mayoría legislativa y a este régimen. ¿Ese es el pacto de impunidad? Es, pide licencia auséntate, a cambio de impunidad”.
Quien se pondría la capa para defender al senador, sería su suplente en el cargo, que en este caso es su padre, el ex gobernador veracruzano, Miguel Ángel Yunes Linares. Arropado por legisladores de Morena, comenzó una guerra de acusaciones con Marko Cortés, a quien le aclaró que los Yunes no son traidores. Y en un tono de despecho le recordó que es él quien está en deuda con los Yunes.
“Porque sabe bien lo que nos debe, nos debe un millón de votos que aportamos para la causa del PAN para que él fuera senador de la República, para que su hermano fuera diputado, eso fue lo que hicimos los Yunes en Veracruz”.
El clímax en esta historia la escribiría el propio Miguel Ángel Yunes Márquez, que curado de sus males, retomó su cargo junto con la tabla de surf para montarse en una enorme ola de insultos, y anunció que siempre sí, que tras un profundísimo análisis decidió apoyar la Reforma Judicial.
“En la decisión más difícil de mi vida, he determinado dar mi voto a favor del dictamen, para crear un nuevo modelo de impartición de justicia. No traiciona quien actúa de acuerdo con sus principios. Se requiere más valor para ir en contra de la corriente que montarse en ella”.
Otro momento de tensión en esta historia, se vivió cuando trabajadores del Poder Judicial que protestaban afuera del Senado, lograron ingresar hasta el salón del Pleno, lo que motivó que se decretara un receso en la discusión.
Ricardo, trabajador del Poder Judicial del 18 Distrito del estado de Morelos, explicó que la decisión de tomar el Pleno fue resultado del hartazgo, porque aún cuando ellos son los protagonistas de esta historia, los senadores de Morena y sus aliados los consideran personajes secundarios.
“El motivo era hablar, pero sabes, creo que ya estamos en ese parteaguas en donde nos escuchan, nos ven, pero no nos hacen caso, entonces da lo mismo”.
En medio de gritos de ¿En dónde están, en donde están, los senadores que nos iban a escuchar? La presidencia del Senado resolvió que la sesión continuaría en la casona de Xicoténcatl, donde desde antes que llagaran los senadores, ya se tenía listo un operativo de seguridad a cargo de decenas de uniformados con equipo antimotines, esos granaderos que no son granaderos, que impidieron que manifestantes pudieran acercarse al recinto.
Fue poco antes de las 04:00 horas de este miércoles, luego de casi 15 horas de debate y después de recorrer dos sedes, que los senadores de Morena junto con sus aliados, los viejos y los nuevos, aprobaron la Reforma al Poder Judicial de la Federación con 86 votos a favor, 41 votos en contra y cero abstenciones.
Recordar que como se trata de una reforma constitucional, ésta deberá ser aprobada en al menos 17 Congresos estatales, para posteriormente ser enviada al Ejecutivo federal para su publicación y entrada en vigor.
