En Tapachula, Chiapas, los albergues para migrantes se reportan como rebasados debido al número de población flotante, que supera las 70 mil personas.
Datos de organizaciones civiles indican que la pandemia de Covid-19 y el retraso del trámite ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados y el Instituto Nacional de Migración, obliga a los migrantes a vivir en las calles, invadir predios o zonas habitacionales abandonadas.
Ante la pandemia, los encargados de los albergues determinaron no recibir a los grupos de personas procedentes de Centroamérica, como medida extrema y sólo permitir el acceso de hasta 10 personas para poder asearse.
Actualmente, la población ha crecido y no cuentan con un lugar donde dormir, comer o asearse.