Las tecnologías emergentes como la Inteligencia Artificial, el Big Data y el Internet de las Cosas han obligado a la creación de leyes y marcos regulatorios a nivel gubernamental para garantizar la protección de los derechos e información personal de los ciudadanos; sin embargo, aún no representan un motivo de preocupación para el gobierno mexicano.
De acuerdo con la analista de inteligencia y ciberseguridad de la empresa tecnológica ESET, Fátima Rodríguez, los grandes pendientes del país son legislar en torno a la ciberseguridad y la IA, con un enfoque preventivo, más que sancionatorio.
“Las iniciativas de ciberseguridad van al hecho de proteger la infraestructura crítica, hacer pruebas y evaluaciones de seguridad y tener un piso preventivo”.
Al respecto, detalló que esto se debería complementar con una Ley Federal y General de Protección de Datos, donde los encargados de vigilar las vulneraciones y el cumplimiento de las leyes deben ser organismos especializados, similares a los órganos autónomos que están en riesgo de desaparecer.
La especialista detalló que las regulaciones deben fungir como aliadas de la ciudadanía, las empresas y las instituciones públicas, en un contexto tecnológico cada vez más cambiante y acelerado.


