Bélgica cerró su participación en la Liga de Naciones con una derrota frente a Israel (1-0), en el Bozsik Aréna de Budapest, que bastó para firmar la permanencia en la Liga A pero no para esconder las carencias de una selección errática durante toda la competición.
El combinado dirigido por Domenico Tedesco cerró con otro mal resultado un torneo en el que apenas consiguió 4 puntos de 18 posibles. Era una de las tres favoritas junto a Italia y Francia para alcanzar los cuartos de final y se quedó muy lejos de su objetivo. Y ni siquiera pudo el último día con Israel, selección que descenderá a la Liga B y que arrancó una victoria como despedida en un terreno de juego neutral.
A Bélgica le valía ganar, empatar o perder por menos de tres goles para mantenerse en la élite de la Liga de Naciones. Con las bajas a última hora de Romelu Lukaku y de Amadou Onana, además de las ausencias por lesión de Maxim De Cuyper, Romeo Lavia, Arthur Theate, Sebastiaan Bornauw, Koni De Winter, Jeremy Doku y Youri Tielemans, el equipo de Tedesco afrontó el choque muy mermado por la falta de jugadores importantes.
Tampoco estuvo Kevin De Bruyne, ya recuperado de su lesión pero con permiso para no acudir a esta ventana internacional tras solicitar a Tedesco su ausencia. Aún así, con ese panorama, y con casi nada en juego como estimulante, Bélgica gozó de las ocasiones más claras durante muchos tramos del partido.
Sin embargo, la falta de puntería negó el gol a Loïs Openda, Ameen Al Dakhil y Dodi Lukébakio, que desperdiciaron sus opciones y lo pagaron caro, porque Yarden Shua, en el minuto 88, sorprendió a Bélgica con el gol de la victoria. Un error garrafal de la defensa en la salida de la pelota sirvió en bandeja al jugador del Beitar Jerusalem el único tanto del partido, insuficiente para la permanencia de Israel pero suficiente para señalar el mal momento de Bélgica.
Con información de EFE